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Martino Traversa: Puente de Manhattan

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Artículo NEOS11023 Categorías: ,
Publicado el: 16 de agosto de 2010

Texto de información:

ALABANZA DE LA PERSPECTIVA

Ciertamente, no es casualidad que, casi sin excepción, Martino Traversa asocie sus composiciones con impresiones sensoriales. En Puente de Manhattan 4:30 en él hay impresiones visoespaciales, visual-acústicas en Bianco, ma non troppo, exclusivamente visual (con alusión a la pintura) en Cuadrado blanco, su fondo blanco., puramente auditivo finalmente en dopo il respiro y Rimane, l'eco.

En estos casos es difícil resistirse a la impresión de que los títulos han sido elegidos de forma sugerente (ya sea implícita o explícitamente, consciente o inconscientemente, es una cuestión abierta). Ofrecen a todos aquellos que quieran aprovechar la oferta una clave de entendimiento. De hecho, la comunicabilidad del gesto musical depende de la relación problemática entre el instinto y la intención del autor por un lado y la receptividad del intérprete por el otro (no importa aquí si este último es músico u oyente).

Después de perder la ilusión de que la música puede surgir y desarrollarse en el marco de un acto de comunicación racionalmente articulado, que incluso puede integrarse funcionalmente en modelos de comunicación verbal, la música reflexiona sobre su idiosincrasia y profesa directamente su naturaleza -en todo caso sensual y lenguaje emocional, no importa cuán racional, sofisticado o técnicamente avanzado pueda ser concebido. Perdida también la ilusión del significado concreto de un signo, como la música de los siglos pasados ​​nos había hecho creer en su extraordinario juego de referencias y correspondencias, ahora es evidente que el signo corresponde exclusiva y necesariamente a la impresión (o a varias impresiones, ya que sugiere la naturaleza subjetiva de la percepción).

Eso sí, esto no es otra cosa que lo que la música siempre ha sido, solo que con una claridad sin disimular y sin las perífrasis en las que se ha envuelto durante los últimos cien años. Hay que decir que esta elección no fue ni simple ni fácil, ya que desconfía abiertamente de los dos prejuicios más ingenuos y conocidos: el de origen racional, que constantemente pregunta por significados; el otro, que sigue el instinto y combina nociones de calidad y placer sensual para armonizarlos. Como siempre, ni uno ni otro enfoque llegan al meollo del asunto, ya que parten o bien de una precomprensión de la naturaleza musical o bien de un criterio subjetivo que se declara falsamente como norma absoluta.

En este contexto, esto forma Cuarteto No. 2 sólo una excepción si uno se deja guiar demasiado por el título, que aquí está anclado en la formulación más tradicional »objetivo«, ya que al final todo lo que queda del cuarteto de cuerdas –así como de las otras composiciones de Traversa– es la sustancia sonora simple y cruda. Ya no hay procesos que justificaran y hicieran necesaria su natural inclinación al diálogo. De esta forma, se rompe cualquier conexión con la especificación formal original. La ilusión de objetividad que dio sustancia y poder a una parte importante de la cultura musical de vanguardia de mediados del siglo XX está dando paso una vez más a la estética expresiva que, paradójicamente, contribuyó a su aparición en la extrema concentración de Webern en lo esencial.

Además, la paradoja que acerca los conceptos de subjetividad y objetividad, para finalmente reconciliarlos, implica e incluso provoca la posibilidad de un malentendido -como caracteriza a toda buena relación- basado en un lenguaje que no usa la razón, sino que apela a los sentidos Por esta razón, no debe sorprender que la opinión del escritor como receptor y oyente no coincida en última instancia con la opinión del compositor. Eso sí, esta no es sólo la regla del juego, sino en cierto modo su razón suficiente.

Marco Capra
Traducción del italiano: Martina Seeber

Programa:

[ 01 ] Rimane, l'eco (2004) para siete instrumentos 06:52
Algoritmo de conjunto
Marco Angiosconductor

[ 02 ] Cuadrado blanco, su fondo blanco. (2000) para clarinete en si bemol 12:57
Roberto Gottardi, clarinete

[03 – 06] Cuarteto No. 2 (2007) para cuarteto de cuerda 11:40
[03] Yo 02:42
[04] II 02:12
[05] III 03:59
[06] IV 02:47
Cuarteto Arditti

[ 07 ] cuarteto para viola sola (2006) para viola y cinta 08:31
garth knox, viola

[ 08 ] Puente de Manhattan, 4:30 am (2008) 06: 31
Algoritmo de conjunto
Marco Angiosconductor

[ 09 ] Bianco, ma non troppo (1995-96) para flauta baja y cinta 12:04
Mario caroli, flauta baja

[ 10 ] dopo il respiro (2003) para flauta 03:03
Mario caroli, flauta

tiempo total: 61:41

Grabaciones de estreno mundial

Reseñas de prensa:

Traversa, el deconstructor
Paco Yáñez

El Italiano Martino Traversa (1960) cuenta en su curriculum formativo, además de su paso por las universidades del Mozarteum de Salzburgo y Stanford, a crucial period de aprendizaje con Luigi Nono, desarrollado entre 1987 y 1989, de cuya impronta dan buena fe no sólo Algunas características de su estilo como compositor, sino su vocación de activismo en el terreno musical, con destrucción de escritos, investigaciones en electroacústica y espacialización sonora, o la creación de la Fondazione Prometeo, en cuyo ideario se encuentra la promoción de actividades que ponen en estrecha relación las artes, la música y las ciencias, tal y como su mentor veneciano hizo en la magna composición homónima de la fundación italiana.

De los años en que sobre Martino Traversa gravitaba con mayor obviedad la influencia de Luigi Nono, es la pieza para flauta baja y banda magnética Bianco, ma non troppo (1995-96), concluida a los seis años de la muerte de su maestro. Es imposible registrar las obras finales de Luigi Nono escuchando esta composición, tanto por el uso de la electrónica y de la microtonalidad, como por su honda trascendencia, densidad filosófica y profundo sentido de la tragedia de la escucha, como metáfora de la consustancial tragedia humana del ser como ontología finita.

En las obras restantes esa presencia se diluye de algún modo, sin que aflore en la estética de Traversa un lenguaje sustantivo que pueda tomar el relevo de Nono, un genio que entre sus 'discípulos' sí cuenta con compositores que han logrado un verdadero estilo personal , como el alemán Helmut Lachenmann, el italiano Salvatore Sciarrino o el español Mauricio Sotelo. De algún modo, en Martino Traversa vuelve con fuerza la austeridad weberniana, reforzada por un deconstructivismo muy vinculado a las corrientes de la filosofía posmoderna europea. Ello es claramente audible en su lacónico Quartetto N±2 (2007), donde el sonido se va atomizando hasta sostenerse a meros saltos entre los atriles, cual impulsos que mantienen un último rasgo de consistencia sonora antes de la disolución.

Según Marco Capra, Martino Traversa une la música y el elemento visual, casi llegando a lo descriptivo, en creaciones como square bianco, su sfondo bianco (2000), Dopo il respiro(2003), Rimane, l'eco (2004) o Manhattan Puente, 4:30 am (2008). Todas ellas muestran partituras que parecen desmoronarse hacia la inexistencia, proceso de disolución acústica ya lejano a las ideas de Nono, flotando sobre ellas nuevas influencias de carácter más lírico y tímbrico.

De entre las piezas más recientes de este compacto, brilla con luz propia el Quartetto per viola sola (2006), con una viola desdoblada a través de la banda magnética, en un ejercicio de virtuosismo instrumental y fuerza que se alía con la espacialización para regalarnos una composición de impacto que se agradece dentro de unas obras tardías que parecen divagar algo desnortadas por momentos. Considero que resulta la pieza más solida, arriesgada y notable de este compacto, junto con la aún noniana Bianco, ma non troppo, cada una de ellas en un estilo totalmente diferenciado.

Las interpretaciones son muy notables, por lo que se refiere a los conjuntos instrumentales, con el Arditti Quartet y el Ensemble Algoritmo dirigido por Marco Angius; y excelente en lo referido a los solistas, con un soberbio Mario Caroli en las flautas y un increíble Garth Knox en el Quartetto per viola sola, donde lleva un cabo un auténtico tour de force para viola digno de conocer. Siempre he echado de menos en el Arditti Quartet al irlandés tras su abandono del cuarteto londinense, y aunque su puesto está muy bien cubierto en la actualidad, su impecable técnica y musicalidad siguen sonando con contundencia tanto en sus viejas grabaciones con los Arditti, com o en sus numerosas apariciones como solista en los últimos años.

Las tomas sonoras son, en general, notables, con alguna pieza registrada de forma especialmente brillante, como la interpretada por Garth Knox, también que realza aún más su extraordinaria lectura musical. El libreto NEOS también resulta en un análisis de los objetos, mientras que en cuanto a biografías de artistas y fotógrafos, como son, generosos.

www.mundoclasico.com

 


02/2011

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