Santa Sofía de Constantinopla (primero iglesia cristiana, luego mezquita) y la Mezquita de Córdoba (primero mezquita y luego iglesia cristiana) tienen algo en común: son un símbolo de que es posible al margen de las pretensiones de poder, con respeto mutuo por la dignidad, para reconocer y tolerar las variantes de la creencia en Dios del hombre. Córdoba es un signo que apunta al futuro, a una época interreligiosa en la que la integración global sólo es posible si se respeta a quienes creen y piensan diferente. La tolerancia asegura nuestro futuro. Robert M. Helmschrott se inspiró en estos edificios para las dos obras para órgano HAGIA SOPHIA y CÓRDOBA.
EX ORIENTE LUX señala al progenitor Abraham, el “padre de muchas naciones” (Génesis 17, 4 s.). Abraham ocupa una posición central en el Tanaj, el Antiguo Testamento, porque, según la tradición, de él descendieron las “Doce Tribus de Israel” y, por tanto, Jesús de Nazaret. El Abraham del Islam y su hijo Ismael, a su vez, son considerados los antepasados de los árabes y antepasados del profeta Mahoma. El judaísmo, el cristianismo y el islam se refieren a Abraham como su antepasado.
Estas tres obras para órgano se basan musicalmente en circunstancias históricas. LA FENÊTRE SUR L'ÉTERNITÉ completa estos reflejos y visiones en el espejo de la realidad infinita. Visto así, este ciclo tiene también una dimensión interreligiosa.
Las cuatro obras fueron encargadas por el organista Franz Hauk.